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Archive for marzo 2008

Smalltown Stranger

Hay gente (y me incluyo) a la que le gusta invertir tiempo en cosas bastante inútiles, pero a su manera interesantes.
 
Últimamente está de moda en el Youtube "enfrentar" dos canciones que nada tienen que ver entre sí, y observar qué tal suenan entremezcladas. Ayer encontré una que me ha encantado: Smalltown Boy (de Bronski Beat) contra Beautiful Stranger (de Madonna). Supongo que me gusta, entre otras cosas, porque la propia Smalltown Boy me encanta. Es una canción preciosa, con mucha fuerza y con un sonido de sintetizadores de lo más intimista. Además, la letra es un emotivo canto contra la incomprensión, la soledad y la intransigencia. Pongo ambos vídeos por ahí abajo, por si alguien quiere escucharlos mientras lee…
  
Anoche vi El sexto sentido en la tele (y cada vez que pasaba una moto sin silenciador por la dichosa carretera de Daimiel, la imagen se entrecortaba). Esta peli la vi en el cine, pero no me acordaba de que el final fuera tan ¿deprimente? No lo voy a andar contando, pero vamos, no creo que mole nada llegar un buen día a la conclusión de que ya no estás en "este" mundo y de que los demás no son capaces de verte, aunque tú a ellos sí… Nuevamente, el desconcertante tema de la muerte y la incomprensible mente humana…
 
(llegado este punto, cierta ingeniera industrial me interrumpe por el "mésenyer" para que le imprima unas prácticas – que quede constancia). Bueno, al final, la Semana Santa me dio para un poco de todo (menos para estudiar todo lo que quisiera)…
 
1) Un par de clases de japonés (ya me llevo bastante bien con la M30; por cierto, este verano casi seguramente me vaya a Tokio a practicar, jejeje),
 
2) Visita (por fin) al inmenso almacén de Brunete donde acumulan polvo miles de películas de videoclub. Como supuse, el otro interesado en películas de dibujos de cuya asistencia me habían advertido fue Nico. Qué tío más grande, con su imperecedera estética ochentera. Y muy bonito, Brunete. Ah, y la madre que parió al vídeo, que me ha dejado una de las cintas hecha una desgracia: la banda magnética se ha convertido en "hilillo retorcido" magnético…
 
3) Excursión familiar a Teruel. Mi hermana y yo fuimos a regañadientes porque, para variar, se avisó con "antelación cero coma" y porque para una semanita que puedes estar en casa, con tus cosas y con tu gente, no te apetece marcharte tres días. La excursión estuvo muy bien. Y la visita sorpresa al señor Samper fue casi surrealista, jeje. ¡Qué frío hacía; así da gusto!
 
4) Quedadita de rigor con los amigotes (cada vez cuesta más reunir a toda la tropa, caray) y "manifestación" en favor de la no ranciedad y de la asistencia de todo el que pueda a la macrorreunión del día 12.
 
5) Visita al coleguilla Julio Ortega, al que desde aquí doy las gracias por conservar una copia de aquellos vídeos de la graduación de Bachillerato que en su día digitalicé (muy cutremente) y que yo no encontraba por ningún lado. Por desgracia, el "máster" original está hecho una pena: la imagen está completamente quemada y no puedo digitalizarlo otra vez. Memorable lo de que, el día de la Selectivdad, saliéramos en los telediarios de todas las cadenas (aunque a mí no se me ve en ninguno, jajaja).
 
6) Visita a Navas de Oro para ver a los abuelos, a los múltiples gatos y a la fábrica. Y comilona familiar con comida china para llevar porque a mi abuelo le apetecía comida china, jajaja.
 
7) Accidental chapuzón de mi móvil en la bañera (es una costumbre que ejecuto de vez en cuando) e intento fallido de desmontarlo para secarlo por dentro, ya que en el proceso de selección del destornillador adecuado me cargué uno de los tornillos del móvil, que ya no hay forma de retirar. Mi papi, que es un manitas, le dio un buen rato con la manguera de aire comprimido y el móvil resucitó.
 
8) Enésima escalada al tejado (sin que mi madre se enterara) para poner otra antena mirando a Talavera (al repetidor del Piélago-Valle del Tiétar) para ver las manchegas en TDT, ya que para poner bien la que ya pusimos mirando a Talavera (que ahora mira a Cuenca, por obra y gracia del viento) junto a la que mira al Pirulí, en la torreta de la huerta (que era el único sitio de la casa al que llegaba "bien" la señal del Pirulí), nos hace falta alquilar nuevamente el andamiazo.
 
9) "Operación de urgencia" al módem-router para ver por qué narices se desconectaba cada cinco minutos. Al final conseguí que entrara en razón (y sin necesidad de llamar a Orange, lo cual habría sido improductivo totalmente, jajaja).
  
La Semana Santa terminó con un email remitido por el profesor al que le dediqué mi anterior entrada del blog. Aceptaba finalmente que al examencillo ése me presentara con el grupo a cuyas clases estoy asistiendo, en lugar de con mi grupo correspondiente. Se lo agradecí mucho, pero cierto es que me costó un buen rato de escribirle un largo y atento mensaje apelando al sentido común y a la compasión. En cualquier caso, supongo que al final todos tenemos un corazoncito en el interior, aunque algunos lo tengan normalmente en modo "ahorro de energía"
 
Ah, he encontrado una peluquería en Ciudad Real que los sábados cierra a las 11 y media de la noche. ¡¡Me parece una idea fabulosa!! Además, como esto es Ciudad Real (me temo que esta iniciativa le viene grande a esta ciudad, jeje…), os podéis imaginar que a esas horas no había "ni las águilas", así que me atendieron ipso facto, jaja.
 
PD: ¿alguien se echa una partidita al Pang?
 
Smalltown Boy (1983)                                  
                                        
          


Smalltown boy vs Beautiful Stranger

         

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Gentuza

Hay algo que me irrita bastante. O mejor dicho, que me entristece y me llena de impotencia. Y es la cantidad de gente desconsiderada que hay por el mundo. Gente capaz de permanecer en la más absoluta indiferencia ante una situación injusta en la que un pequeño gesto por su parte significaría un enorme favor para los demás. Quizá de esta manera les llena algún tipo de sensación de superioridad, pero no entiendo cómo puede quedárseles la conciencia tranquila.
 
Como ya he explicado vagamente alguna vez aquí (convalidaciones, etc), sucede que estoy haciendo la carrera de un modo un tanto "desordenado". Además, el hecho de estar trabajando de becario en la propia Universidad (y hago otro tanto como becario en la Residencia) me condiciona en cierto modo la disponibilidad horaria. Se da el caso también de que cada dos por tres padezco insomnio, por lo que la hora de la siesta suele representar para mí una oportunidad extra de recuperar las horas de sueño que por la noche no consigo dormir.
 
Pues bien, hay cierta asignatura que, en mi grupo de clase (el C) imparte un profesor con cierta fama de "ir a su bola". Tanto es así que ya dije aquí mismo al comienzo del cuatrimestre que me sentía un poco aturdido por la velocidad con la que el profesor impartía las lecciones y que me sentía incapaz de, a un mismo tiempo, asimilar los conceptos que explicaba, tomar nota de ellos en los apuntes y contestar a las preguntas que el profesor lanza, con una cierta impertinencia por su parte, a lo largo de la clase.
 
Así las cosas, me empecé a sentir saturado, perdido e incluso intimidado en esta asignatura. Como además algún que otro día, a causa del sueño o de obligaciones varias derivadas de sus becas, no podía asistir a clase, al día siguiente me encontraba aún más perdido, pues el profesor imparte la teoría con una celeridad desquiciante (con vistas a dedicarse a la resolución de ejercicios una vez vista toda la teoría, en lugar de irlos intercalando con la teoría).
 
De manera que decidí asistir a las clases de esa asignatura en el grupo A (el temario de la asignatura y el examen final son idénticos en ambos grupos), ya que se imparten una hora más tarde (lo cual es una garantía de poder asistir siempre…) y que el profesor que las imparte en ese grupo lo hace de una manera totalmente diferente, aparte de poner a disposición de los alumnos las transparencias con todo el temario. Tanto es así que pasé de sentirme perdido y aturdido en la asignatura a entusiasmarme con ella. Además, me di cuenta de que según este profesor la impartía, me daba tiempo de hacer las reflexiones pertinentes para asimilar los conceptos, pues es una asignatura "de pensar", más que de otra cosa.
 
Llegada la mitad del cuatrimestre, los profesores anuncian que van a hacer un "control" de evaluación continua que supondrá una parte sustancial de la nota final (cosas del ECTS de las narices). Y cada uno de ellos cuelga en Campus Virtual un mensaje en el que pide que cada alumno se examine dentro de su grupo, salvo acuerdo expreso con el profesor.
 
Informado el profesor del grupo A de mi situación, me dice que no tiene inconveniente en que haga el examen con su grupo, si bien me dice que "todos los grupos de clase, creo, tendrán más o menos el mismo examen, pues entra el mismo temario". Acto seguido, me dirijo por escrito al profesor del grupo C y le expongo también su situación.
 
Éste me contesta en un primer momento que, a este respecto, en su grupo "sí entra todo el temario de la asignatura; le recomiendo que mantenga el contacto con los compañeros de su grupo y que consulte la información disponible en Campus Virtual".
 
Posteriormente, informado por el alumno de que en el grupo A sólo han visto la mitad del temario, el profesor del grupo C me dice que si he informado también al del grupo A. Tras decirle que sí y que el profesor del grupo A no tiene inconveniente, sus palabras son que "debería haber expuesto usted su situación a principio de curso como hicieron otros alumnos, a los que les dije lo mismo que a usted: que el examen debe hacerlo con su grupo". Todo ello con la más absoluta sobriedad y en un tono ciertamente sarcástico.
 
Y yo me pregunto:
 
¿De qué me habría servido exponerle mi situación a principio de curso, y por que habría de haberlo hecho, si nadie me advirtió de estos problemas? ¿Qué entiende este hombre por el "acuerdo expreso" que menciona en su convocatoria de examen? ¿Es justo que no todos los alumnos estemos en igualdad de condiciones en clase y exámenes, si nosotros no elegimos el grupo de clase en que estamos? ¿Es justo que a un alumno se le obligue, indirectamente, a asistir a las clases de un determinado profesor o en un determinado horario? ¿Qué le cuesta a este hombre permitirme examinarse con el otro profesor? ¿Es necesario además que me escriba en tono sarcástico (por ejemplo comenzando el mensaje con "muy señor mío"), pese a haber procurado yo el respeto y la corrección oportunos en mis mensajes?
 
Por mi disponibilidad horaria, por el orden en que estoy cursando las asignaturas y por lo poco que me gusta asistir a clase (sólo lo hago si creo que verdaderamente me aporta algo, en lugar de suponerme una pérdida de tiempo que me va a obligar a dedicar exactamente el mismo tiempo de estudio personal que si no asistiera), son varias las clases de otros grupos a las que he asistido. Y nunca he tenido que dar explicaciones a nadie. Ni he encontrado a ningún profesor que mostrara semejante indiferencia y, tengo que decirlo, tan mala idea.
 
El asunto me recuerda a cuando estuve en Industriales: una vez tenía que entregar el informe de una práctica de laboratorio "antes de Semana Santa" (literalmente). A la práctica había asistido en horario de mañana, pero a las clases de teoría asistía siempre en horario de tarde. El viernes inmediatamente anterior a Semana Santa, por la tarde (que era cuando me correspondía ir a clase), me dirigí al despacho del profesor para entregar el informe. Me indicaron que el profesor ya se había ido de Semana Santa (sólo estaba por las mañanas) y que, básicamente, me tenía que comer la práctica con patatas fritas porque no me la podían recoger ni dejársela en la mesa del despacho.
 
Total, que sacarse una carrera no consiste sólo en adquirir una serie de conocimientos y en demostrar que eres capaz de ponerlos en práctica. Conlleva también enfrentarse a todo tipo de profesores y a todo tipo de situaciones de las que depende tu aprobado, aparte de lo bien que hagas el examen final. Y ya sé que en la vida laboral también se dan situaciones injustas o incómodas. Pero creo que no es de recibo que alguien que está cobrando dinero público por darte una enseñanza y por corregirte un examen, se dedique a experimentar contigo sus formas "alternativas" de impartir clase y a hacerte la vida imposible innecesariamente.
 
Puede que mi padre tenga razón: a lo mejor lo mío habría sido la UNED. Que, además, la tengo enfrente de casa (para ir a los exámenes y demás)…
 
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Vida

(Hoy quería haber hablado, qué sé yo, de cómo me cargué las gafas hace unos días, de cómo tuve que recurrir a las gafas de sol graduadas mientras me arreglaban las otras, de la cantidad de caramelos que comen Paula y Sara, de cómo mi querido Lupin III va a ser vilmente redoblado para su regreso a nuestras televisiones… Pero al final (supongo que a causa de los últimos acontecimientos) no he tenido más remedio que ponerme un poco trascendente… Lo siento, pero la ocasión lo merecía).

Pues ya han sido las elecciones. Y por tanto, se acabó la campaña electoral


Tal y como pronosticaban los sondeos, no ha vuelto quien ‘no tenía’ que volver. Y en parte ha sido, como era de esperar, a costa de los votos de otros partidos minoritarios. Entre ellos, el que antaño fuera la tercera fuerza política del país y al que, si hoy las circunstancias hubieran sido otras, seguramente habrían votado muchos de quienes finalmente han votado al PSOE. ¿Por qué en España hay siete mil pares de partidos de izquierdas? A veces creo que sería menos contraproducente (para ellos) que hubiera una (o dos) únicas grandes coaliciones de izquierdas, evitando así tener que hablar del "voto útil" y evitando ‘forzar’ a los votantes a dar su voto a quien ‘no quieren’…

El caso es que me ha medio convencido el discurso de Llamazares: como él ha dicho, es un poco injusto el batacazo que se ha llevado IU. Pero también me compadezco de Rajoy (al que también le tengo bastante respeto): me imagino que, en un momento así, alguien que ha estado a las puertas de la Presidencia se sentirá bastante frustrado profesionalmente. No sé, seré un tonto… pero me resulta muy difícil pasar por alto los sentimientos de los demás, sean del partido del que sean, y sean políticos o sean artistas de circo (mmm… mira, sin pensarlo he ido a poner dos profesiones con más cosas en común de lo que parece).

En cualquier caso, a ver si es verdad que la nueva legislatura no se caracteriza por la crispación y el diálogo destructivo que han caracterizado a la anterior.

Y me encantaría que un día de éstos se terminara "eso" llamado ETA. El comportamiento de esta gentuza es absolutamente anacrónico, hace siglos que perdió el rumbo y lo único que consigue con su cobardía es llenarnos de frustración y de dolor a quienes no entendemos cómo un ser humano puede llegar a perpetrar o consentir la muerte de un semejante. No entra en la cabeza. No hay palabras para ponerle nombre.

Y personalmente (lo siento por tocar un tema delicado) yo no veo nada de malo en sentarse a negociar con ETA, si es que ésa es la única manera de terminar con ETA. Si para garantizar que nunca jamás cometerán atentados en nombre de su presunta ideología política no queda más remedio que sentarse a dialogar con ellos e incluso ceder en lo que la Ley permita, ¿no sería una muestra de egoísmo enorme el no hacerlo? ¿Queremos o no poner punto final al historial de dolor que llevamos?

No entiendo –y hablo con absoluta sinceridad– los argumentos de quienes afirman que eso sería rendirse ante ETA y faltar al respeto a las víctimas del terrorismo. ¿No les faltamos mucho más al respeto si seguimos permitiendo que se cometan atentados, si seguimos mostrándonos impasibles e incapaces de mover un dedo en busca de un alto el fuego definitivo porque nuestro infinito orgullo nos lo impide? ¿Es que acaso la política del "pa chulo, yo" nos va a llevar a algún sitio? ¿De verdad alguien cree que un buen día por la mañana ETA se va a rendir incondicionalmente por las buenas?
 
No dudo del saber hacer de las fuerzas de seguridad del país, pero creo que llevamos suficientes décadas de atentados y de ver a ETA regenerarse pese a los "palos policiales" como para plantearnos si merecería la pena algún tipo de solución diplomática. ¿No son ellos los "irracionales"? ¿Entonces por qué nos cuesta tanto a nosotros poner los pies en el suelo? ¿Y es que acaso no confiamos en nuestra propia arma: la Ley? ¿Es que alguien cree que, llegado el caso de dialogar con ETA, se le iba a hacer alguna concesión contraria a la Ley o a lo que el pueblo determinase?
 
Hace unas semanas Alfredo me dijo algo así como que le llamaba la atención lo "diplomático" que soy… y el hecho de que todo me gustase solucionarlo hablando. Se refería a cuestiones (pequeñeces) de la vida diaria de la Residencia.
 
Creo que el diálogo es la forma más sensata e inteligente que tenemos las personas para solucionar nuestros problemas. Y creo que si ambas partes ponen de su parte para situarse en la posición del otro, ambas saldrán beneficiadas. La sensación que se te queda cuando haces las paces amistosamente con alguien no tiene precio. Empleando la imposición y la fuerza bruta para solucionar un problema no conseguimos erradicarlo. Lo único (creo) que conseguimos es seguir alimentando el problema y el odio entre ambas partes, forzando así que, tarde o temprano, ese mismo problema resurja de donde lo habíamos dejado.
 
Menos mal que, en medio de tanta desolación, la Naturaleza nos regala siempre pequeños momentos llenos de belleza. Mientras ETA cometía su último atentado, los huevos que Esteban tenía en la incubadora desde hacía unas semanas empezaron a eclosionar. El milagro de la vida es apasionante… Ver cómo de un simple huevo sale un pollo perfectamente formado, cómo el simple hecho de nacer les supone un gran esfuerzo a los polluelos y lo fácil que resulta que no lleguen a conseguirlo… todo ello te hace pensar lo valiosa, lo frágil, lo mágica que es la vida. Y lo poquísimo que la valoran quienes se dedican a matar.

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